miércoles, 31 de diciembre de 2014

"Una revolución sutil"

CULTURA    Somos la gente que estábamos esperando

Un pasaje hacia la literatura espiritual


DIARIO HOY – LA  PLATA    MIERCOLES 08 NOV 2006 

“No se trata de salvar a la humanidad, sino de diseñar una faja de futuro que tenga que ver con el alma”

“Hay una revolución sutil que se puede detectar en Internet a través de distintos blogs”, dijo Grinberg

El escritor y traductor Miguel Grinberg presentó una obra que encierra una concepción diferente a la que enarbolaron los hippies, en los años 60

El libro Somos la gente que estábamos esperando, de Miguel Grinberg, se inscribe en la línea de literatura espiritual tradicional, y busca la confluencia entre lo espiritual y el materialismo ecologista.


Editor y traductor de Gandhi y el Dalai Lama entre otros pensadores, Grinberg lleva escritos, publicados y traducidos mas de veinte libros que recuperan un ideario muy disímil al “materialismo occidental”.
“La literatura espiritual vive un boom que responde a una necesidad interna de la gente”, dice y aclara: “Muchas veces lo espiritual produce rechazo porque se lo ve como algo clerical y no es así. Subyace en todas las religiones pero no es asumido institucionalmente por ninguna”, dijo Grinberg.
Para el autor, en Oriente se ha priorizado esa lectura de la realidad como lo muestra “el hinduismo, el budismo y todas las variaciones que encontramos de estas corrientes tradicionales de Japón y China que rescatan lo que en Occidente consideran sobrenatural”.

“En Occidente después del divorcio de la ciencia y la religión hace más de tres siglos, el pensamiento espiritual se convirtió en descartable por la sencilla razón que no podía ser cuantificado a nivel de mercado. Lo único que se le ha pedido a la gente en los últimos cien años es que sea contribuyente o consumidora, cuando el ser humano tiene una sensibilidad trascendente que va más allá”, sostuvo.
Según el autor, el auge silencioso de una literatura con el acento puesto en lo espiritual, “se puede observar en las traducciones crecientes de bibliografía oriental y no por un efecto de marketing, sino porque la gente está tratando de discernir qué es lo que hace acá, cuál es su misión”.
La necesidad de un cambio -a juicio de Grinberg- tiene que ver además con la supervivencia de nuestra especie, “porque no hay suficiente planeta para desarrollar la economía en los términos planteados por el desarrollo occidental”. Con este libro, recién publicado por Kier, el autor trata de construir un puente a partir de su experiencia en el activismo verde y en la práctica de la técnica tibetana de meditación.
“He comprobado que en el área espiritual se ha insistido en la búsqueda trascendental sin prestar atención al mundo concreto. Y el activismo ha visto en el camino a lo espiritual, todo el tema clerical. Ahora hay un entroncamiento entre ambas tendencias y a diferencia del pasado no está la búsqueda de notoriedad. Es una revolución sutil”, apuntó Grinberg.


“Una revolución que como especifico en el libro -precisó- se desarrolla a través de las eco aldeas, los movimientos de agricultura orgánica, los movimientos de tecnologías apropiadas, que se dan en todo el mundo, aunque de una forma inadvertida”.
A diferencia de la revolución de los 60 de los hippies, “se trata de no hacer olas, de priorizar el sí y no preocuparse por el no. Algo distinto a los movimientos contestatarios, cuando se apelaba a la moral del sistema. Luego de comprobarse que no hay moral, cada cual siembra lo que considera en lo personal. Hace su tarea sin detenerse a cuestionar al prójimo que no la hace”, concluyó. 



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